En uno de los movimientos legales más inesperados del año en la industria urbana, Daddy Yankee presentó una demanda federal contra su exmánager Raphy Pina y su exesposa, alegando un esquema de fraude de regalías y manipulación de derechos de autor que habría estado operando durante más de una década.

De acuerdo con los documentos radicados, la demanda argumenta que varias canciones del catálogo del artista habrían sido registradas o modificadas sin su consentimiento, adjudicando regalías, créditos de composición y porcentajes de autoría a terceros relacionados directamente con Pina. El caso cita presunta falsificación de contratos, alteración de “split sheets” y documentación irregular que habría permitido desviar ingresos provenientes de algunos de los temas más emblemáticos del Big Boss.

Lo que más ha sorprendido a los analistas es que la demanda está siendo llevada bajo disposiciones legales asociadas a crimen organizado, lo que eleva la gravedad del caso y su posible impacto dentro de la industria musical. Fuentes cercanas aseguran que el artista busca no solo recuperar regalías desviadas, sino también invalidar cualquier registro irregular que afecte la propiedad intelectual de su catálogo.

El conflicto revive viejas tensiones entre ambas partes, que trabajaron juntas durante algunos de los años más exitosos de la carrera de Daddy Yankee. Varias de las canciones señaladas en el documento forman parte de la época dorada del reggaetón, lo que provoca una fuerte reacción emocional entre fanáticos y expertos en el género, quienes ven en este proceso una revisión profunda del legado urbano.

Especialistas en propiedad intelectual han señalado que este caso podría tener repercusiones mucho más amplias: abre la posibilidad de que otros artistas clásicos del reggaetón revisen sus propios contratos y registros históricos, especialmente aquellos firmados en tiempos donde el género aún no contaba con estructuras formales ni supervisión detallada.

A medida que avance el proceso judicial, se espera que salgan a la luz más detalles sobre el manejo interno del catálogo urbano durante los 2000 y 2010, décadas en las que el reggaetón creció rápidamente, muchas veces sin los controles que hoy existen en la industria. Por ahora, la demanda de Daddy Yankee marca un precedente y deja claro que la discusión sobre transparencia y derechos de autor en el género está lejos de terminar.